Escuchando a estos artistas siento que hablamos el mismo idioma.
http://www.youtube.com/watch?v=SPUJIbXN0WY&feature=artist Mikael Buble
http://www.youtube.com/watch?v=eQ61SeciHgQ Frank Sinatra & Liza Minnelli
http://www.youtube.com/watch?v=Jn-DcEjUuQw Beatles
http://www.youtube.com/watch?v=6KUJE2xs-RE Tom Jones
http://www.youtube.com/watch?v=lDCbg4rR1r0&feature=related Bob Dylan
http://www.youtube.com/watch?v=3SzBZzoVo1M Aretha Franklin
http://www.youtube.com/watch?v=E2VCwBzGdPM Louis Armstrong
http://www.youtube.com/watch?v=uHc9PE-Fftc Bruce Springsteen
http://www.youtube.com/watch?v=MWzeInQaUk4&feature=related John Denver
domingo, 11 de diciembre de 2011
Clásicos contra molinos
Algunos críticos interpretan que los Molinos a los que se refiere Don Quijote no son otros que los grandes Inquisidores a los que nuestro caballero va a hacer frente con la fuerza de su caballo (tierra) la Verdad de su Espada (Espíritu) y la pureza de su corazón.
¡Si non e vero bien trovatto!
Personalmente, lo creo, porque es una interpretación muy factible al respecto de las condiciones de la época que tocó vivir a Cervantes.
El sentido de Trascendencia habita en mi desde que tengo recuerdo, y sin embargo entiendo que las religiones oficiales en la escuela, corren mas el riesgo de enfrentar que de “re ligar”, que de unir.
Pero…¿quien vetaría a Cervantes, a Juan Ramón Jiménez, a Julio Verne….?
¿Acaso estos autores no nos transmiten los mismos eternos valores que todos deseamos para las futuras generaciones? ¿Acaso no son Clásicos por haber atravesado el tiempo y llegar hasta nosotros frescos y luminosos como el primer día?
“Señor si vos morís el mundo se llenará de malhechores…” le dice Sancho a Don Quijote en una de sus innumerables reyertas.
“Si vos morís….” la justicia más clara, más generosa, encarnada en Don Quijote. Si la Justicia y quienes la “encarnan” desaparecieran, “el mundo se llenaría de malhechores…”
Porque los valores hay que encarnarlos, no existe la bondad si no hay hombres buenos, ni la justicia sin justos, ni la piedad sin piadosos . Esa es la grandeza del Cristo Verbo encarnado, de personas como Teresa de Calcuta y también la de nuestro Hidalgo salido de la prodigiosa cabeza de Cervantes.
Por los motivos que ya he expresado no me parece que la religión como Institución deba estar presente en la escuela, pero si creo indispensable, que en el ámbito de la escolaridad ha de haber un tiempo y un espacio dedicado a nuestra “humanidad” , a los valores que hacen de nosotros una especie única en el planeta: la especie “consciente”.
¿Y no son los clásicos los mejores transmisores de esos valores eternos? ¿No son como Prometeo portadores del fuego – conocimiento de los Dioses?
La prueba de que los clásicos conectan con nuestros arcanos más profundos, es el hecho de que todo el mundo los conoce, aunque jamás los haya leído. ¿O es que en nuestra vida no hemos vivido una Odisea? Conocido a algún Otelo ? Protagonizado una Quijotada ? Vislumbrado nuestra parte Hide? Acaso no hacemos Kabalas ante un problema ? (guiño al maestro Abulafia).
Esta es la grandeza de los Clásicos no es necesario leerlos para conocerlos, porque ya están instalados en nuestro inconsciente, pero…¿ y si los conociéramos de verdad? Si los conociéramos, multiplicarían exponencialmente nuestras capacidades.
jueves, 1 de diciembre de 2011
El sonido de los pájaros
Mi amiga y "comentarista" Nefertiti, me cede este post. A ver si os gusta.
Yo adoro las aves. Son mis animalitos favoritos ya que, en mi opinión, nos alegran la vida con sus trinos, gorjeos y cánticos que causan deleite a los oídos que gustamos de escucharlos y considero que son como un regalo para nuestro oído. Para mí, son los animales que más placer producen al oirlos porque a mi parecer nos llegan al corazón. Incluso a las ruidosas y chillonas gaviotas y a las vocingleras ánades me place escucharlas. Me arrulla su sonido y me siento acunada, mecida, arrastrada suavemente por el sonido y el viento que lo transporta. No hay, a mi modo de ver, nada más agradable y relajante que estar sentado en un parque y oir el trinar tan melodioso de los pájaros que están allí revoloteando o sentados en las ramas de los árboles. Suelo, en ocasiones, recrearme con el piar de las aves que me procura gran sosiego y dicha, tanto en mi interior como en el oido, acústicamente hablando.
Debe ser ciertamente deleitoso saber distinguir, discernir los diferentes cánticos, trinos de los variados pájaros que pueblan nuestra geografía. Simplemente maravilloso cual distinguir las voces de los amigos, así debe ser el conocer cómo suenan todos los pajarillos.
Pienso que los pájaros en cautividad llenan, seguramente, una casa con sus cantares alegres y constantes, incluso me han comentado personas que tienen uno que hacen como de despertador. Yo, desde pequeña, no puedo dejar de encontrarlos cautivos y apenados entre rejas.
Quizás a mí siempre me ha recordado el tener un pájaro en una jaula a la bellísima canción de Jorge Cafrune, El niño y el canario, que yo oía de adolescente y tiene, ciertamente, un poso de tristeza y el avecilla es un prisionero y esclavo de su cantar en la canción.
No obstante, es cierto que hay pájaros que están destinados a vivir en cautividad de la misma forma que hay animales domésticos que han perdido su lado más salvaje hace generaciones.
A mí me gustaba mucho, cuando era pequeña, el precioso romance "que por Mayo era por Mayo" que tantos escolares hemos estudiado durante años. A mí siempre me parecía triste y de una crueldad innecesaria el matar el infortunado pajarillo que era la sola fuente de alegria del prisionero y me decía que era malvado el que lo mató. Si se me permite, adjunto unos versos:
Por el mes era de mayo,
cuando hace la calor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero:
¡déle Dios mal galardón!
Me viene también a la mente la excepcional novela de la norteamericana Harper Lee que fué galardonada con el Premio Pulitzer titulada Matar un ruiseñor y que fué llevada al cine con gran acierto por Robert Mulligan, actuando el gran Gregory Peck y que obtuvo algún Oscar. Es de esas películas que te gusta tanto como el libro, en mi opinión, lo cual es harto dificil en muchas ocasiones.
Dicen del ruiseñor que es una de las mejores voces entre todas las avecillas que pueblan el mundo, al parecer y por eso el título del libro, si no recuerdo mal, y que se dice en una parte de él es que matar a un ruiseñor es imperdonable y cruel porque no hace nada malo, sólo cantar.
Ciertamente, no me agradan en absoluto, los pájaros de mal agüero, las aves carroñeras y las aves rapaces porque no son muy positivas para con otros congéneres ni para ellos mismos, creo. Además, como se suele decir, el mundo podría considerarse dividido entre halcones y palomas, los primeros siempre hostigando, acosando, arrinconando, amedrentando a las inocentes palomas.
Es también cierto que se podría hacer otra división entre los seres humanos, como se dice, entre los patos, siempre chillando, vocifereando y sin hacer gran cosa y las águilas que vuelan alto, majestuosas, trabajando, sin hacer ruido ...
Dependerá de nosotros cómo queremos ser y dónde queremos ubicarnos ...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7lwe21rE8Zs74Tt4S-wEc2OYF4wVk9PCQDXV0CStl9_KMPi0cCSa-pn-x-84X2oWQWnEC6cklNg5qkU6dqD5LyJTgC649rS-c60EgaLGJzv3cUyvhGu3pbXX5q48HrnEmOkHDem2ifLI/s320/bamboo.jpg)
Debe ser ciertamente deleitoso saber distinguir, discernir los diferentes cánticos, trinos de los variados pájaros que pueblan nuestra geografía. Simplemente maravilloso cual distinguir las voces de los amigos, así debe ser el conocer cómo suenan todos los pajarillos.
Pienso que los pájaros en cautividad llenan, seguramente, una casa con sus cantares alegres y constantes, incluso me han comentado personas que tienen uno que hacen como de despertador. Yo, desde pequeña, no puedo dejar de encontrarlos cautivos y apenados entre rejas.
Quizás a mí siempre me ha recordado el tener un pájaro en una jaula a la bellísima canción de Jorge Cafrune, El niño y el canario, que yo oía de adolescente y tiene, ciertamente, un poso de tristeza y el avecilla es un prisionero y esclavo de su cantar en la canción.
No obstante, es cierto que hay pájaros que están destinados a vivir en cautividad de la misma forma que hay animales domésticos que han perdido su lado más salvaje hace generaciones.
A mí me gustaba mucho, cuando era pequeña, el precioso romance "que por Mayo era por Mayo" que tantos escolares hemos estudiado durante años. A mí siempre me parecía triste y de una crueldad innecesaria el matar el infortunado pajarillo que era la sola fuente de alegria del prisionero y me decía que era malvado el que lo mató. Si se me permite, adjunto unos versos:
Por el mes era de mayo,
cuando hace la calor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero:
¡déle Dios mal galardón!
Me viene también a la mente la excepcional novela de la norteamericana Harper Lee que fué galardonada con el Premio Pulitzer titulada Matar un ruiseñor y que fué llevada al cine con gran acierto por Robert Mulligan, actuando el gran Gregory Peck y que obtuvo algún Oscar. Es de esas películas que te gusta tanto como el libro, en mi opinión, lo cual es harto dificil en muchas ocasiones.
Dicen del ruiseñor que es una de las mejores voces entre todas las avecillas que pueblan el mundo, al parecer y por eso el título del libro, si no recuerdo mal, y que se dice en una parte de él es que matar a un ruiseñor es imperdonable y cruel porque no hace nada malo, sólo cantar.
Ciertamente, no me agradan en absoluto, los pájaros de mal agüero, las aves carroñeras y las aves rapaces porque no son muy positivas para con otros congéneres ni para ellos mismos, creo. Además, como se suele decir, el mundo podría considerarse dividido entre halcones y palomas, los primeros siempre hostigando, acosando, arrinconando, amedrentando a las inocentes palomas.
Es también cierto que se podría hacer otra división entre los seres humanos, como se dice, entre los patos, siempre chillando, vocifereando y sin hacer gran cosa y las águilas que vuelan alto, majestuosas, trabajando, sin hacer ruido ...
Dependerá de nosotros cómo queremos ser y dónde queremos ubicarnos ...
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