domingo, 11 de diciembre de 2011

Inglés

Escuchando a estos artistas siento que hablamos el mismo idioma.

http://www.youtube.com/watch?v=SPUJIbXN0WY&feature=artist Mikael Buble

http://www.youtube.com/watch?v=eQ61SeciHgQ Frank Sinatra & Liza Minnelli

http://www.youtube.com/watch?v=Jn-DcEjUuQw Beatles

http://www.youtube.com/watch?v=6KUJE2xs-RE Tom Jones

http://www.youtube.com/watch?v=lDCbg4rR1r0&feature=related Bob Dylan

http://www.youtube.com/watch?v=3SzBZzoVo1M Aretha Franklin

http://www.youtube.com/watch?v=E2VCwBzGdPM Louis Armstrong

http://www.youtube.com/watch?v=uHc9PE-Fftc Bruce Springsteen

http://www.youtube.com/watch?v=MWzeInQaUk4&feature=related John Denver

Clásicos contra molinos

María leyendo El Quijote
            Algunos críticos interpretan que los Molinos a los que se refiere Don Quijote no son otros que los grandes Inquisidores a los que nuestro caballero va a hacer frente con la fuerza de su caballo (tierra) la Verdad de su Espada (Espíritu) y la pureza de su corazón.
¡Si non e vero bien trovatto!
            Personalmente, lo creo, porque es una interpretación muy factible al respecto de las condiciones de la época que tocó vivir a Cervantes.
El sentido de Trascendencia habita en mi desde que tengo recuerdo, y sin embargo entiendo que las religiones oficiales en la escuela, corren mas el riesgo de enfrentar que de “re ligar”, que de unir.
Pero…¿quien vetaría a Cervantes, a Juan Ramón Jiménez, a Julio Verne….?
¿Acaso estos autores no nos transmiten los mismos eternos valores que todos deseamos para las futuras generaciones? ¿Acaso no son Clásicos por haber atravesado el tiempo y llegar hasta nosotros frescos y luminosos como el primer día?
Señor si vos morís el mundo se llenará de malhechores…” le dice Sancho a Don Quijote en una de sus innumerables reyertas.
Si vos morís….” la justicia más clara, más generosa, encarnada en Don Quijote. Si la Justicia y quienes la “encarnan” desaparecieran, “el mundo se llenaría de malhechores…”
            Porque los valores hay que encarnarlos, no existe la bondad si no hay hombres buenos, ni la justicia sin justos, ni la piedad sin piadosos . Esa es la grandeza del Cristo Verbo encarnado, de personas como Teresa de Calcuta y también la de nuestro Hidalgo salido de la prodigiosa cabeza de Cervantes.
            Por los motivos que ya he expresado no me parece que la religión como Institución deba estar presente en la escuela, pero si creo indispensable, que en el ámbito de la escolaridad ha de haber un tiempo y un espacio dedicado a nuestra “humanidad” , a los valores que hacen de nosotros una especie única en el planeta: la especie “consciente”.
¿Y no son los clásicos los mejores transmisores de esos valores eternos? ¿No son como Prometeo portadores del fuego – conocimiento de los Dioses?
            La prueba de que los clásicos conectan con nuestros arcanos más profundos, es el hecho de que todo el mundo los conoce, aunque jamás los haya leído. ¿O es que en nuestra vida no hemos vivido una Odisea? Conocido a algún Otelo ? Protagonizado una Quijotada ?  Vislumbrado nuestra parte Hide? Acaso no hacemos Kabalas ante un problema ? (guiño al maestro Abulafia).
Esta es la grandeza de los Clásicos no es necesario leerlos para conocerlos, porque ya están instalados en nuestro inconsciente, pero…¿ y si los conociéramos de verdad? Si los conociéramos, multiplicarían exponencialmente nuestras capacidades.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El sonido de los pájaros

Mi amiga y "comentarista" Nefertiti, me cede este post. A ver si os gusta.



Yo adoro las aves. Son mis animalitos favoritos ya que, en mi opinión, nos alegran la vida con sus trinos, gorjeos y cánticos que causan deleite a los oídos que gustamos de escucharlos y considero que son como un regalo para nuestro oído. Para mí, son los animales que más placer producen al oirlos porque a mi parecer nos llegan al corazón. Incluso a las ruidosas y chillonas gaviotas y a las vocingleras ánades me place escucharlas. Me arrulla su sonido y me siento acunada, mecida, arrastrada suavemente por el sonido y el viento que lo transporta.
No hay, a mi modo de ver, nada más agradable y relajante que estar sentado en un parque y oir el trinar tan melodioso de los pájaros que están allí revoloteando o sentados en las ramas de los árboles. Suelo, en ocasiones, recrearme con el piar de las aves que me procura gran sosiego y dicha, tanto en mi interior como en el oido, acústicamente hablando.
Debe ser ciertamente deleitoso saber distinguir, discernir los diferentes cánticos, trinos de los variados pájaros que pueblan nuestra geografía. Simplemente maravilloso cual distinguir las voces de los amigos, así debe ser el conocer cómo suenan todos los pajarillos.
Pienso que los pájaros en cautividad llenan, seguramente, una casa con sus cantares alegres y constantes, incluso me han comentado personas que tienen uno que hacen como de despertador. Yo, desde pequeña, no puedo dejar de encontrarlos cautivos y apenados entre rejas.
Quizás a mí siempre me ha recordado el tener un pájaro en una jaula a la bellísima canción de Jorge Cafrune, El niño y el canario, que yo oía de adolescente y tiene, ciertamente, un poso de tristeza y el avecilla es un prisionero y esclavo de su cantar en la canción.
No obstante, es cierto que hay pájaros que están destinados a vivir en cautividad de la misma forma que hay animales domésticos que han perdido su lado más salvaje hace generaciones.
A mí me gustaba mucho, cuando era pequeña, el precioso romance "que por Mayo era por Mayo" que tantos escolares hemos estudiado durante años. A mí siempre me parecía triste y de una crueldad innecesaria el matar el infortunado pajarillo que era la sola fuente de alegria del prisionero y me decía que era malvado el que lo mató. Si se me permite, adjunto unos versos:
 

Por el mes era de mayo,
cuando hace la calor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero:
¡déle Dios mal galardón!

Me viene también a la mente la excepcional novela de la norteamericana Harper Lee que fué galardonada con el Premio Pulitzer titulada Matar un ruiseñor y que fué llevada al cine con gran acierto por Robert Mulligan, actuando el gran Gregory Peck y que obtuvo algún Oscar. Es de esas películas que te gusta tanto como el libro, en mi opinión, lo cual es harto dificil en muchas ocasiones.
Dicen del ruiseñor que es una de las mejores voces entre todas las avecillas que pueblan el mundo, al parecer y por eso el título del libro, si no recuerdo mal, y que se dice en una parte de él es que matar a un ruiseñor es imperdonable y cruel porque no hace nada malo, sólo cantar.
Ciertamente, no me agradan en absoluto, los pájaros de mal agüero, las aves carroñeras y las aves rapaces porque no son muy  positivas para con otros congéneres ni para ellos mismos, creo. Además, como se suele decir, el mundo podría considerarse dividido entre halcones y palomas, los primeros siempre hostigando, acosando, arrinconando, amedrentando a las inocentes palomas.
Es también cierto que se podría hacer otra división entre los seres humanos, como se dice, entre los patos, siempre chillando, vocifereando y sin hacer gran cosa y las águilas que vuelan alto, majestuosas, trabajando, sin hacer ruido ...
Dependerá de nosotros cómo queremos ser y dónde queremos ubicarnos ...


                                                                    

lunes, 28 de noviembre de 2011

La carretilla

Judith 2º Primaria Vinaceite
En el arroyo grande, que la lluvia había dilatado hasta la viña, nos encontramos atascada una vieja carretilla, perdida toda bajo su carga de yerba y de naranjas. Una niña, rota y sucia, lloraba sobre una rueda, queriendo ayudar con el empuje de su pechillo en flor al borricuelo mas pequeño, ¡ay!, y más flaco que Platero. Y el borriquillo se despechaba contra el viento, intentando, inútilmente, arrancar del fango la carreta, al grito sollozante de la chiquilla. Era vano su esfuerzo, como el de los niños valientes, como el vuelo de esas brisas cansadas del verano que se caen, en un desmayo, entre las flores.
Acaricié a Platero, y, como pude, lo enganché a la carretilla, delante del borrico miserable. Le obligué, entonces, con un cariñoso imperio, y Platero, de un tirón, sacó carretilla y rucio del atolladero, y les subió la cuesta.

¡Que sonreír el de la chiquilla! Fue como si el sol de la tarde, que se quebraba, al ponerse entre las nubes de agua, en amarillos cristales, le encendiese una aurora tras sus tiznadas lágrimas.

Con su llorosa alegría, me ofreció dos escogidas naranjas, finas, pesadas, redondas. Las tomé agradecido, y le di una al borriquillo débil, como dulce consuelo; otra a Platero, como premio áureo.
         


domingo, 27 de noviembre de 2011

La luna



Judith 2º Primaria Vinaceite Teruel

Platero acababa de beberse dos cubos de agua con estrellas en el pozo del corral y volvía a la cuadra, lento y distraído, entre los altos girasoles. Yo le aguardaba en la puerta, echado en el quicio de cal y envuelto en la tibia fragancia de los heliotropos.
Sobre el tejadillo, húmedo de las blanduras de septiembre, dormía el campo lejano, que mandaba un fuerte aliento de pinos. Una gran nube negra, como una gigantesca gallina que hubiese puesto un huevo de oro , puso la luna sobre una colina.

Yo le dije a la luna:
...Ma sola
ha questa luna in ciel, che da nessuno
cader fu vista mai se non in sogno

 Platero la miraba fijamente y sacudía, con un duro ruido blando, una oreja. me miraba absorto y sacudía la otra...
           

























El nombre exacto de las cosas

Eso es lo que pedía Juan Ramón, “ el nombre exacto de las cosas….”
Por mi profesión, maestra, y mi formación, filóloga, he tenido la inmensa suerte de convivir diariamente –en sus obras- con gigantes intelectuales, uno de ellos es a decir de muchos el mejor poeta del SXX: Juan Ramón Jimenez.
Teniendo yo 10 años y habiendo finalizado el curso de 1º de bachiller en el Instituto Miguel Servet en Zaragoza, me fue concedido un diploma por “buena estudiante”( en aquel tiempo no existía aquello de “progresar adecuadamente” y no digamos el pasar de curso aprobaras o suspendieras) el premio consistía en un gran diploma con escenas del mundo clásico, donde figuraba tu nombre, tu premio y la institución que te lo concedía. Se entregaba en el Salón de Actos en una ceremonia emocionante, sobre todo para las premiadas y sus familiares. Además del preciado diploma, te regalaban un libro. En mi caso ese libro fue “Platero y yo”. Han pasado más de 40 años, lo sigo leyendo, y todavía en determinados capítulos leídos en voz alta – en la escuela- se me pone un nudo en la garganta por la prístina belleza de sus palabras: “el nombre exacto de las cosas”.-
Lo he leído durante años en diferentes escuelas tanto rurales como urbanas, y puedo asegurar que a los niños les ha encantado. En una ocasión un inspector que sabía de esta actividad se presentó en mi clase de improviso y comenzó a hacer preguntas a los niños acerca de JRJ, acerca de su vida, del libro de Platero…. Salió impresionado de la clase, los niños hablaban de él casi como un familiar. No era para menos, pues lo leíamos y comentábamos cada día. Antes de comenzar a leer el libro, les expliqué los trazos gruesos de su biografía, y en un mapa contemplamos dónde estaba situado aquel pueblo: Moguer, dónde transcurría la historia de Platero y su acompañante “el poeta, el loco”.
He decidido hacer un sitio aquí, en mi humilde blog, a este libro que me ha acompañado casi toda mi vida. Iré insertando los capítulos que he leído en la escuela (que no son todos, pues los más subjetivos o filosóficos no me parecían adecuados para edades tan tempranas) y subrayando las palabras o frases que a ellos, los niños, les gustaban o impresionaban más, y sobre las cuales comentábamos después de leer el capítulo.
Dejo para más adelante al “Caballero de la triste figura”.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La muerte de la cultura del café

 Sergio del Molino escritor y articulista en el Heraldo de Aragón es el autor de este artículo que apareció en HA el día 24-10-2010.   Muchas gracias a Sergio por permitirme publicarlo aquí.
Manuel Aleixandre y José Antonio Labordeta fallecieran con pocas semanas de diferencia. Nada que ver el uno con el otro, al margen de la popularidad de que disfrutaron ambos entre varias generaciones de españoles. Pero tenían algo más en común: su afición a los cafés.
George Steiner dedicó uno de sus libros a demostrar que los cafés han sido los catalizadores y difusores de una determinada forma de entender y de vivir la cultura en Europa. La que practicaban tanto Labordeta como Aleixadre. Una forma ya pretérita arrollada por internet
A Aleixandre se le podía ver todas las tardes en el Gijón de Madrid. Siempre acompañado de Álvaro de Luna. Parecían no tener otra ocupación ni otra casa. En verano, acaparaban la terraza del Paseo de Recoletos, y en invierno, se recogían en esa sala donde peregrinan tantos letraheridos. Aleixandre tenía fama de gruñón e irascible, y más de una vez le he visto salir dando voces de un café, perseguido por un conciliador Álvaro de Luna. Labordeta también tenía fama de gruñón, aunque para muchos de sus incontables admiradores este era uno de sus rasgos más entrañables. Y uno de los escenarios donde se podía disfrutar de su genio era el café Levante de Zaragoza, donde acostumbraba a desayunar y a pasar muchas tardes.
El Levante es lo más parecido que hay en Zaragoza a un café literario. Y, probablemente, en Aragón. Me refiero a cafés literarios con solera, porque puntos de encuentro de juntaletras y de miembros y aspirantes a miembro del artisteo local los hay por docenas. Lo que escasea más que los linces son esos establecimientos clásicos, agradables y con un poco de historia. Lugares afrancesados donde disfrutar de un buen café servido por uno de esos discretos y eficientes camareros, en los que puedes dilapidar media mañana leyendo un periódico o escribiendo manifiestos revolucionarios para derrocar la monarquía zarista.

Ambos Mundos Zaragoza

En Aragón abundan las cafeterías, pero apenas quedan cafés. Abundan los sitios prefabricados con decoración excesivamente minimalista o excesivamente ´vintage´ de pega, con esos anuncios del siglo XIX impresos ayer en Hong Kong y esa cacharrería presuntamente nostálgica que solo manifiesta una aborrecible tendencia al ´horror vacui´. Casi todos con grandes pantallas de plasma proyectando imágenes que a ningún parroquiano le interesan y con una banda sonora de música comercial y machacona a un volumen que inhabilita las conversaciones. Son incomodidades que sospecho planificadas cuidadosamente para que el cliente no se eternice en su cortado y ceda pronto su silla a otro con la billetera intacta.

Zaragoza tuvo muchos y buenos cafés, que han ido sucumbiendo con los años, reemplazados por este nuevo género sucedáneo, con camareras más o menos jamonas y escotadas como cebo para la clientela masculina, aunque a veces no sepan distinguir un pincho de tortilla de un croissant. Los viejos del lugar hablan con nostalgia del Ambos Mundos, esa maravilla subtitulada ´el café más grande de Europa´, emblema de la cultura local, y oyéndoles, a veces uno lamenta haber nacido tan tarde.

Mientras en Madrid se han conservado admirablemente bien estos cafés con solera, en Zaragoza, algunos desnortados anacrónicos seguimos buscando un sitio donde sentarnos a charlar, a leer o a escribir sin que una locutora de Kiss FM nos desgarre los tímpanos ni unos hiphoperos nos increpen desde una pantalla sintonizada en la MTV.





viernes, 18 de noviembre de 2011

Mario mira por la ventana

Ahí está mi Mariete, mirando por la ventana. Le encanta. ¿Qué pensará?  ¿Qué le parecerá ese espectáculo de la vida pasando? Inocente y curioso como los niños, la característica de los perros es la lealtad, además de la entrega y el cariño. A mí me parece que los perros son un regalo de Dios. ¿Os dais cuenta de que cualquier  ser humano, hasta el más abyecto tiene la posibilidad de tener gratis  un ser de extraordinarias cualidades y además que lo acompañe para siempre?  La mirada del perro es única, esa mirada, que comparten con los cachorros de todos los seres vivos y con algunos adultos bellos.
Cuando alguien me dice: -“A mí no me gustan los perros”-
-“Pues tú te lo pierdes”- contesto

jueves, 10 de noviembre de 2011

internet

Os adjunto este correo que me manda mi amigo Javier y que me parece muy interesante.

Ebro Chiprana Zaragoza
Si tuvieras que elegir dos palabras para definir lo que Internet representa en tu vida ¿cuáles emplearías?
Esta pregunta fue incluida en una investigación realizada en septiembre de 2011 por Two Much research studio sobre una muestra de 1.184 internautas españoles seleccionados aleatoriamente del panel Netquest.
Al observar la nube de palabras devueltas por los participantes concluyo que para la gente Internet es “eso” que está dando cauce a la necesidad de comunicarnos de forma rápida y cómoda cualquier información útil para el propósito que en cada momento nos dirija: entretenimiento, conocimiento, diversión, trabajo, ocio, etc…
Leyendo entre líneas en esta nube, la gente nos define que Internet no es tanto un hecho tecnológico como un “fenómeno”, aquel que se produce cuando los seres -y las máquinas, por cierto- intercambian tan fácilmente unidades de vida en forma de experiencias, a las que llamamos genéricamente “información”.
Lo encuentro fascinante porque los entrevistados no ponen tanto el acento en el concepto Red, como en lo que es creado gracias a la Interacción. Este intercambio fácil y permanente de unidades de vida está generando un campo humano, una atmósfera, un clima, un alma, una conciencia … -elige la etiqueta con la que te sientas más cómodo- que favorece la sensación de estar en compañía, de colectividad, que, llevado al extremo, sería la sensación de especie: el género humano.Viendo los resultados de esta nube es normal que los medios de comunicación clásicos, crecidos al calor de la cultura mass media, hayan mostrado tanta inquietud por tomar posiciones en este nuevo campo de interacción.
Es normal que el consumo clásico de televisión o prensa descienda, y aumente el tiempo de vida que dedicamos a seguir “nuestros” contenidos, que no sólo son los que fabricamos, sino también los que libremente elegimos.
Es normal que todo el marketing de monólogo entre marcas y consumidores se transforme dando paso a una nueva relación donde la marca tiene que rebajar el peso de sus palabras e incrementar el de sus hechos, porque la gente nos contamos “la verdad del cuento” y, de forma natural, queremos poner a nuestros amigos en la pista de lo bueno, así como protegerles de lo mediocre y del embuste. Siempre fue así; ahora lo podemos hacer amplificado, de forma inmediata y fácil.
Se habla mucho de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en las empresas, pero cada vez que una persona alerta en la Red sobre la mala calidad de un producto o sobre el incumplimiento de un contrato; o cuando recomienda una buena experiencia, estamos asistiendo a un acto de Responsabilidad Personal con la Vida que somos: es vida apoyando vida.
Y cuanto más intenso sea el campo de Interacción que es Internet, más sentido tendrá para las personas desplegar comportamientos de Responsabilidad Personal con la Vida que somos. Y así, los consumidores – ciudadanos nos iremos empoderando.
Los dirigentes de las marcas no deberían gastar ni un segundo de energía en una actitud reactiva hacia las críticas, por ejemplo, de clientes insatisfechos, sino que deberían sentirse agradecidos de que esas personas hagan públicos sus sentimientos dando oportunidades a su empresa de mejorar lo que sea menester. El auténtico líder sabe leer la dosis de supervivencia que hay en la crítica, transformándola en insights de futuro valor.
Por eso esta maravillosa lonja de la vida que es Internet ya es el caldo de cultivo que inspira hoy a los líderes empresariales del futuro.

(Si te interesa conocer en detalle esta investigación llamada la “La Solidaridad y Yo en Internet” puedes consultarla en Slideshare: versión conclusiones y versión informe completo).

la vida de las flores

Una flor es filmada durante 2 dias. y luego las fotografías son pasadas con una diferencia de 7 minutos cada una produciendo este efecto.

http://player.vimeo.com/video/27920977?title=0&%3bbyline=0&%3bportrait=0href=

miércoles, 9 de noviembre de 2011

El Embarcadero

el Embarcadero
En el lugar que hoy os recomiendo, el ruido de la vida es sencillamente excelso, porque desde aquí se escucha el canto de cientos de pajarillos, el aleteo de las hojas de los chopos que crecen a la orilla del río, ¡y que río! Algún coche que llega y aparca y del que descienden pescadores o algún abastecedor del pequeño restaurante y cafetería “El embarcadero”. Este es el lugar, del que quiero hablaros, concretamente la terraza. Cuando la climatología lo permite –y los mosquitos- es un placer para los sentidos la vista del allí majestuoso Ebro, avanzando parsimoniosamente hacia el Mediterráneo,  y por si fuera poco, al otro lado del río un poco a la izquierda se puede ver la Torre mudéjar del Monasterio de Rueda. Después del cafecito, el vermú o la caña, se puede llegar paseando por la chopera que discurre paralela al río, hasta el azud. Un placer para los sentidos. Este enclave se halla ubicado en el municipio de Escatrón en Zaragoza. No os lo perdáis.

martes, 8 de noviembre de 2011

El hombre invisible


Es verdad que de pronto
me fatigo,
y miro las estrellas,
me tiendo en el pasto, pasa
un insecto color de violín,
pongo el brazo
sobre un pequeño seno
o bajo la cintura
de la dulce que amo,
y miro el terciopelo
duro
de la noche que tiembla
con sus constelaciones congeladas,
entonces,
siento subir a mi alma
la ola de los misterios,
la infancia,
el llanto en los rincones,
la adolescencia triste,
y me da sueño,
y duermo
como un manzano,
me quedo dormido
de inmediato
con las estrellas o sin las estrellas,
con mi amor o sin ella,
y cuando me levanto
se fue la noche,
la calle ha despertado antes que yo,
a su trabajo
van las muchachas pobres,
los pescadores vuelven
del océano,
los mineros
van con zapatos nuevos
entrando en la mina,
todo vive,
todos pasan,
andan apresurados,
y yo tengo apenas tiempo
para vestirme,
yo tengo que correr:
ninguno puede
pasar sin que yo sepa a dónde va, qué cosa
le ha sucedido.
no puedo
sin la vida vivir,
sin el hombre ser hombre
y corro y veo y oigo
y canto,
las estrellas no tienen
nada que ver conmigo,
la soledad no tiene
flor ni fruto.

Fragmento del "hombre invisible"   Odas Elementales 1958  Pablo Neruda

lunes, 7 de noviembre de 2011

Jornadas Jacobeas



Os recomiendo encarecidamente las conferencias que componen las Jornadas Jacobeas este año, organizadas por la AACamino de Santiago y patrocinadas por Ibercaja.
Os adjunto el programa que es interesantísimo. Las conferencias tendrán lugar en la sede principal en san Ignacio de Loyola a las 19.30h


9 de noviembre
La Vía Láctea, mito universal
Guillermo Fatás Cabeza. Catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza
10 de noviembre
El Camino Jacobeo del Ebro
Miguel Caballú  Albiac. Presidente del Sindicato de Iniciativa y Propaganda de Aragón (SIPA)
11 de noviembre
Simbología de las catedrales góticas en el Camino de Santiago
José Luis Corral Lafuente. Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza

domingo, 6 de noviembre de 2011

Comer en el cine

La última vez que he acudido a un cine ha sido para ver la película de Woody Allen “Midnight in París” en el maravilloso cine Eliseos de nuestra ciudad de Zaragoza. Me encanta el cine, me encanta Woody Allen y me encanta el cine Eliseos, dicho esto, no sé cuando volveré a entrar en un cine. La razón: la desgraciada costumbre de comer y beber mientras se visiona una película.
Tengo por seguro que esta queja afecta a muchas personas que como yo, acuden a una sala de cine a disfrutar del espectáculo de la gran pantalla, en silencio, y nos encontramos con compañeros de butaca que “degluten” por periodo de hora y media consecutiva todo tipo de cómida rápida, por supuesto y no sólo, las pajaritas, acompañadas de cajas de Coca Cola de al menos tres cuartos de litro. Es absolutamente insufrible aguantar una hora y media, rodeado de personas que comen y beben sin parar, que hacen ruido con bolsas y papeles y que no dejan de comprobar en el móvil si tienen algún mensaje.
No recuerdo la película, salí del cine con dolor de estómago de la rabia y la impotencia por no haber podido disfrutar una película cómo esa, y más impotencia por sentir que si esa es la tónica de las salas de cine, tendré que renunciar a asistir allí. Así que como última oportunidad solicito de la autoridad correspondiente una “zona de no comedores”, o una sesión, o lo que sea, con tal de poder ver una película en silencio.
(Esta carta fue rewmitida por mí al director del Heraldo, y publicada en la sección "cartas al director".)

viernes, 4 de noviembre de 2011

Menos es más


Islandia

¿No os habéis sentido molestos alguna vez  en los cafés con esa pertinaz músicaina indiscriminada, fuera de contexto de cultura y de tiempo? Recuerdo siempre una preciosa mañana de domingo otoñal en mi Zaragoza natal. Un día gris de niebla, la ciudad dormida como los animales hibernando, compré el periódico y me dirigí a una cafetería que me encanta por su situación, su decoración y especialmente por unas magníficas cristaleras que permiten observar la “película de la vida pasando”, y cual no sería mi sorpresa cuando sentada en una mesa de madera, con mi café en su taza de loza y mi periódico, observando la calle repleta de vapor de agua, los altavoces sobre mi cabeza transmitían una música suramericana, ¡TROPICAL! ¿Cabe mayor contrasentido?
Me he preguntado muchas veces: ¿esta obsesión por el ruido – la música de fondo es ruido- por la hiperestimulación auditiva, visual, informativa… es casual o forma parte de un plan?
“Menos es más”, y “más es menos”, la hiperinformación es desinformación, la hiperestimulación produce parálisis.

¿Músicas?

Agradezco a los numerosos amigos que me habéis escrito la buena acogida que me habéis dispensado. Espero vuestros comentarios y que este sea un lugar de encuentro y de aprendizaje.
Ayer hablando con una amiga al respecto de la música - ruido en los bares y cafeterías, ella que las frecuenta mucho pues le encanta salir cada día a tomar vermú, café, etc... me decía que ella no oía la música. Y yo me pregunto, cuando no oímos en un recinto cerrado, músicas heavy metal, bachatas, etc....¿Que más cosas NO OÍMOS? Que nivel de ensimismamiento es necesario para NO OIR?

Monasterio de Rueda

Hay muchísima gente que no soporta el silencio, que le parece triste, que necesita hiperestimulación constante. Otros amigos al respecto de este tema que comentamos, me preguntan sorprendidos -¿no te gusta la música?
- La música? Mi gusto por la música me impide apreciarla en un lugar donde todo el mundo habla, huele a comida, suenan máquinas, etc.... No comprendo esa necesidad de "ruido" al precio que sea. Soy de la opinión de que el sonido, como el perfume, es algo tan personal que me parece una falta de respeto invadir a los demás con nuestros sonidos -especialmente si los decibelios son altos- nuestros perfumes -a veces asfixiantes- .
Los manuales de ecología y de espiritualidad nos animan a pasar por este mundo de la manera más sigilosa posible. Los grandes bailarines de ballet, los practicantes de artes marciales, son capaces de ejecutar los más complicados movimientos, bellos, exactos, sin apenas alterar el espacio en que se hallan.
No pretendo que nuestro entorno se parezca a este hermoso claustro de la derecha, pero sí, que tengamos sensibilidad al respecto, y tal vez esa sensibilidad nos lleve a otras sensibilidades y a otras y a otras...

domingo, 30 de octubre de 2011

Kiosco Pignatelli

Parque Pignatelli
Hoy quiero hablaros de un lugar muy agradable, una terraza situada al final del parque Pignatelli en Zaragoza. El bar - terraza está al lado de un pequeño parque infantil, a pocos metros de la Iglesia de San Antonio y enfrente de una escuela de adultos. El "ruido de la vida" es allí de muy buena calidad: niños, madres, estudiantes, feligreses..... y sobre todo y por encima de todo, se puede degustar el cafecito, la caña o lo que sea sin tener que soportar "bachatas" "caribes" etc, etc...

viernes, 21 de octubre de 2011

El ruido de la vida


Es este un proyecto muy querido por mí desde hace mucho tiempo que va gestándose a partir de la conciencia del continuo y para mí molestísimo "ruido" que nos rodea por doquier:  cafeterías, comercios, consultas, etcétera, etcétera... Este blog tendría como objetivo recoger todas aquellas ideas y comentarios que contribuyan a humanizar nuestro día a día, pero también sugerir lugares en dónde se puede conversar, leer o simplemente admirar la vida pasando.
Este pasado verano estuve de vacaciones en Creta junto con unos amigos del alma, y tuve ocasión de encontrar  un país en su esencia, tiendas griegas, bares griegos, hoteles griegos, la globalización no parece haber llegado todavía -salvo por el euro-. La fotografía que figura arriba, pertenece a un pequeño restaurante al lado de un lago, con un excelente servicio -el camarero de la foto pertenece a él- Un lugar que recomiendo, pues está en sintonía con el espíritu de este blog.
Os animo a que comentéis y envíeis lugares, opciones en esta línea y entre todos humanizar y embellecer el mundo que nos rodea.